La integridad se fortalece cuando se traduce en reglas claras, aplicables y alineadas al entorno real de la operación.
Diseño códigos de conducta adaptados al giro del negocio, a los riesgos propios del sector y al perfil de colaboradores y terceros, de forma que se conviertan en verdaderas herramientas de gestión ética y no en simples documentos de archivo.
Este servicio es ideal para empresas que necesitan:
¿Cuándo implementarlo?
Un buen código no es el que suena bien, sino el que orienta decisiones reales, reduce riesgos y refuerza la identidad institucional.